Y ahi estaba Michael Jackson.
Sentado a la orilla de un palo de Mamón, lloraba porque su madre no le prestaba su bicicleta.
Atado de pies y manos, sabiendo que nadie le escucharía... excepto por su fiel perro Carlos, quien posaba tranquilamente junto a un centenar de hormigas ortodoxas que esperaban escucharle cantar en pos de ganar su absolución.
Asi fue el éxodo de Michael Jackson... El hombre, el mito; abandonado en la neblina... picado por zancudos y admirado por los hombres.
Sentado y maniatado, arrastrándose como una oruga hasta el riachuelo mas cercano, lloró una vez mas y exhausto se lanzó al agua para ser devorado por un cardumen de tiburones blancos.
Una de sus partes encontró la cabeza de un sacerdote... quien le había casado con la hija de Elvis Presley.
Lo miró a los ojos y le dijo: Oye Ramón, tu si que eres el Rey Salchichón.
Los invadió un silencio infinito y sus miradas se congelaron en partículas diminutas de hielo y sal.
La "Era de Hielo" había comenzado una vez mas.
Tomado de "Cantos de una Luna Llena en Agosto o en Abril", a su merced Sarai Rios, quien ilumina este santo día: "Quien no come no mama".
Amén.
Sza Sza Szabor.
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